mayo 08, 2008

Huella y luz


Tienes en tus manos el reflejo del cielo

con sus vientos impreso

en tus ojos el mar

con la marea embebida

en tu rostro el bosque

con su savia inyectada

en tu cuerpo el metal

con su frío inserto


Te fuiste cómo mueren las mariposas

dejaste todo y te fuiste volando

caíste de lo alto

tus alas abiertas

cruzaste el aire

tus alas muertas

el aire te fue dejando caer

recibiendo tus colores

apagados ahora

translúcidos tus ojos

translucidos

transparentes tus labios

cristalinos

dejando ver

a tu través

el cielo

que te despidió

y el carmín que ahora

los tapa


Salvaste tu recuerdo en mí

más el mío

en tus hojas/ojos

se irá

con cada partícula

tuya/suya/propia

que el tiempo vaya royendo

como el hilo ensartado

en la aguja

que perfora tu piel

ahora

sin vida

Imagen:
Elena Baca Suquet - Porque hay razones más allá de la razón


9 dijeron algo al respecto:

Camille Stein dijo...

una conjunción perfecta de imagen y texto

tus palabras: huella de cielo

un beso

Manuel dijo...

Vivimos sobre legajos de nuestros recuerdos...

Albanella dijo...

Camille: Y el cielo tiene/es de luz, no?

Manuel: Y con eso construimos nuestro mundo,

1V4NR5 dijo...

hey albanella... oye de donde sacas el arte que pones en tu blog deviantart.com o algo parecido?
te cuento que ahora tb ando metido en extension cultural
estas invitads... al club de cine upsa... http://clubdecineupsa.blogspot.com/

sl2

Unknown dijo...

Te sigo leyendo Albanella...
...y seguiré volviendo por más...

Saludos

JUANAN URKIJO dijo...

Sí somos lo que hemos sido; eso en cierto modo nos constituye, nuestras huellas emocionales están siempre presentes... Pero, una vez asimiladas, tenemos por delante el desafío enorme y maravilloso de construirnos.

Buen poema, Alabanella. Y la fotografía muy acertada y bonita.

Besos.

Albanella dijo...

Cancervero: Respuesta dada :P

Cyborg: Gracias por tus ojos posados aquí

Dédalus: Cierto, somos lo que eramos y somos lo que seremos. El sujeto cambia y aún así se mantiene. La belleza del tiempo.

Maria Coca dijo...

El tiempo en ocasiones no lo mata todo. Al menos, queda el olvido.

Me encantó.

Besosssss

Albanella dijo...

María: Y el olvido, creo, es el rastro invisible del tiempo...