septiembre 26, 2009


…escuchándote, entendí el sentido de la prosa.

la palabra que sigue al verbo no puede cortarse.

la palabra que continua no puede dejar de existir.


transito por un túnel ¿acaso tu vientre no acaba en redondez? no quiero perder el rumbo, el cincel debe encontrarse sobre un punto purpúreo de la carne abierta.

arrojo al fuego tu antorcha. se consume entre iguales, se incendia entre pares. la voz de la materia en cenizas sabe hablar al son del viento, sabe decir palabras sobre tu lengua cuando el aire golpea y entra en tu boca.


te supongo salida.

deseo, presumo que existe escape de tu aurora.

deseo y asumo que estoy al pie de la cama sin sábanas.

deseo y resumo

mi verso encontró reposo.


Imagen:

Vernon Trent

6 dijeron algo al respecto:

estido dijo...

Yo no sé de poesía, pero estos versos me gustaron. Con la poesía me pasa eso: o me gusta o no me gusta, nada más, sin mayores explicaciones.
Un abrazo

Azael dijo...

esplendido... asuntos que queman dentro

Albanella dijo...

Estido: Yo no sé si sé mucho o poco pero creo que la poesía es así: te agarra/gusta/impresiona/queda o no. Simple.

Azael: Y del incendio quedan las cenizas.

Camille Stein dijo...

súbitamente, ocurre: la presunción, en mitad de la noche, de una palabra continua, el tránsito necesario, esperado...

hermoso texto, Albanella

un beso

Unknown dijo...

Recién descubro tus palabras, me gustan! Como Estido pienso que la poesia o la siento o no la siento... para que preguntarse más? Y la tuya la he sentido... tenia que decirtelo.

Felicidades!

Albanella dijo...

María: Los veo entonces :)

Camille: Mas que en la mitad de la noche, es en al mitad de un segundo.

Atis: Gracias, las siento cuando escribo y es bueno saber que puede ocurrir lo mismo a quien lee.