Los días han pasado como las horas
como todo
ahora, vuelvo la cabeza
-miro para atrás
en el sentido pésame
del tiempo que como tal, muere
en la memoria queda
y en mi piel pervive
agradezco
por las manos abiertas o cerradas
encontradas
unas goteando
otras secas
las más, entintadas
por las horas perdidas
que después corrieron a encontrarse
escurridas
mutilando los intervalos de sueño
transmutados
en taciturna espera de tu perplejidad
de mi duda,
con denuedo de lata
por los minutos, instantes, segundos de tus ojos
atentos
-expectantes
abiertos
de pupilas dilatadas
en surcos verdes
sendas azules
caminos grises
por los cuerpos centuplicados
perpetuados como voces
contacto de energía -abrazos
las palabras que emitieron
su bella confianza
red de peces en mar de anguilas
por las letras vertidas en esculturas de barro
figuras de senos con sombra de papel
bosquejos de amores
figuras de ansias con saliva plástica
cosquilleos de mariposas negras
que se quedan revoloteando y esparciendo señales
que cualquier día del futuro incierto
volverá a aparecer lo que, hasta
entonces
son recuerdos, remembranzas del pasado escrito y sellado
que destilan partículas de lápiz
para volver a escribir
lo que será de mi.
Imagen:
Narcius Virgilius