Si metaforo tus manos
Al borde la sombra
no puedo tocarlas
Confiesa tu almohada
se mueven en hilos
Asoman tus manos
se convierten en frío
Y dicen del frío
Una pausa
el intervalo preciso
con la cama gravitante
sobre los vinos
detienen los ojos
de noches
su paso-mirada
sin vela
tu piel se bifurca
bajo contornos
los dedos descansan
en duda
muerdes
tu boca
y caen las gotas
cansina letanía
de lluvia en tu cama
de explicandos
temes
pasado
cabeza de alfiler
en garabato
enhiesta
sombra de gota
un río hasta el centro
macerando
desborda tu entrada
en mi ombligo
bajando el pasaje
inconsciencia de almíbar
callada
cuyos gritos de embargo
miles al final
cual vientre de alcohol
fuego, pirotecnia
mantienen
luces por la boca
tu piel nos ilumina
las puertas amordazadas
sin correas de cuero
la razón
sin clavos
las venas
sin colores
las cosas
Mastúrbate
Irene Gruss
Mastúrbate
úntate cada pezón con miel
y baja el mentón, la lengua
saben dulces, toca
circularmente cada punta morada, agrietada o lisa
y luego acaricia el vientre, el ombligo,
haz cine o literatura
con la mente pero no olvides los pezones,
la miel, el dedo circular
hazlo frente al televisor mientras te ríes
y te humillas: mastúrbate, abandona,
cuida el clítoris como a la piel de un niño,
escucha el viento que suena detrás
de la ventana cerrada, guarda tu jugo
a escondidas del mundo
y mastúrbate, que tus piernas
comiencen a abrirse y a cerrarse
que tu murmullo sea un gemido ronco,
grito agudo en el aire, en el hueco que
pide penetración, contacto,
habla despacio
hazlo en silencio pero gime
aúlla
murmura aunque sea el goce
el rozarse de tu pelo en la almohada
en la alfombra en la nuca,
mastúrbate,
hasta que las rodillas tiemblen
hasta que caigan
lágrimas y suene esta vez
no un viento sino un timbre
y otro, regular la campanilla,
recién entonces
dilátate como en el parto
lubrica tu vagina, el tubo que
sigue llamando, levántalo, bájalo
introdúcelo
y escucha ahora su voz,
lejana, ajena,
y cierra tus ojos, su boca
tan adentro.
(...)
La Vagina
María José Añez
Oquedad múltiple y materna,
húmeda de vida y eclosión.
Cueva misteriosa que cobija
los secretos ancestrales de la diosa,
rezumante de deseos...
Grito místico de la hembra primigenia.
Escudo y blasón de la poética
virtud de la creación...
No me hableis de frustraciones
de varón castrado,
ni de celos por apéndices perdidos.
Nada envidio al macho,
tirano que ostenta
báculo orgulloso...
Tendreis bastón de mando
entre las piernas,
pero yo...
tengo la celda
de castigo...
Al varón... (sin acritud)
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